296. ¿Amas demasiado la comida? La verdad que nadie te ha dicho...

 

Si tú eres de las que suele pensar:

“Amo demasiado la comida, ese es mi problema.”

“Si no me gustara tanto la comida, estaría súper fit, todo sería mucho más fácil.”

“Mi problema es que me gusta mucho comer, por eso no logro hacer cambios.”

Este episodio es para ti.

Y para empezar, quiero invitarte a que juntas hagamos un ejercicio.

Bajo la premisa de que los resultados que generamos en nuestra vida son reflejo de nuestros pensamientos, hagamos el ejercicio de reflexionar así, con curiosidad: ¿en qué resultado va a generar este tipo de pensamientos, esta manera de pensar?

Si los resultados que se generan en la vida son reflejo de los pensamientos…

Esto de que: “yo amo demasiado la comida, ese es mi problema”.

De entrada, está el sentir de que yo tengo un problema (descompuesta, defectuosa, o sea, tengo una desventaja). Cuando tengo una desventaja todo es más difícil, con lo cual, a veces se puede tomar como una situación ante la cual tengo que esforzarme demasiado, batallo. A veces se puede tomar como que valgo menos, me avergüenzo de ello. O a veces se puede tomar como algo ante lo cual me siento incompetente y mejor me rindo.

Además, cuando nos planteamos que el amor a algo, en este caso a la comida, es un problema, le pongo la etiqueta de “este amor es malo, no debería tenerlo”. Reniego de este amor que yo siento. ¿Qué pasa con esos amores que no son bien vistos? Esos amores prohibidos… nos obsesionamos más con ellos. Cuando creemos que nuestro amor por algo o por alguien es un problema, ¿no amamos libremente? Lo que hace que este amor sea algo limitado.

Así que bajo esta premisa, de que los resultados que generamos en nuestra vida son reflejo de nuestros pensamientos, esto de sentirme desempoderada, incapaz de controlarme por esta relación que tengo con la comida, es lo más normal si soy alguien que vive con esta creencia: “amo demasiado la comida y eso es un problema”.

Así, si le quitamos el drama, es lógico: tú vives creyendo que amar la comida es malo, que es un problema, y lo vas a convertir en tu realidad. No es por el amor que le tienes, sino por el significado que le das.

Bueno, toda esta introducción fue solo para hacerte ver que este es un pensamiento que te conviene buscar transformar. Y te voy a dar algunos argumentos que te pueden ayudar a decidir conscientemente si esforzarte en cambiar esta manera de pensar.

Primero:

  • Amar la comida es normal, es humano, es lógico.
  • La comida ocupa un rol en nuestra biología desde que estamos en el vientre de nuestra madre: nos nutre, nos da energía, nos da calor. ¿Por qué no amarla?
  • La comida también ocupa un rol en nuestras relaciones con los demás.
  • La comida nos conecta con nuestra familia, nuestra cultura. Nos brinda sensaciones de placer, recuerdos.

¿Amar la comida? ¿Por qué ha de ser malo?

Respira. Amar la comida no es un problema.
Amar la comida es bueno, es saludable.

Y ya sé que puedes pensar: “sí, pero yo la amo tanto que no puedo parar de pensar en ella, que no puedo parar, que no me sé controlar”.

Si por ahí te fuiste…
Respira.

Mira, yo amo, amo, amo las botas. Me encantan. Solo que, si compro todas las que se me antojan, tendría serios problemas financieros y matrimoniales. Primero está mi paz. Amo las botas y me amo más yo.

Amo a mis hijos y, por más que de repente quisiera, no estoy revisando qué hacen todo el día ni con quién están. Aclaro: ellos ya son adultos. Muchas veces sí se me antoja que estuvieran todos pegados a mí contándome todo lo que hacen, todo lo que les pasa. Y busco asegurarme de que ellos puedan tener claro que siempre estaré para ellos sin estar encima de ellos.

Con mi marido igual. Y una parte de mí podría ser muy controladora. Si me dedicara a controlarlos, obvio no lo lograría. Pero lo que sí es seguro es que perdería el control de quién quiero ser yo: una mujer que vive en paz, que vive con confianza, que se ama y se hace cargo de sí misma primero.

No creo hacerlo perfecto, pero busco tener una relación de amor sana con ellos, por amor a ellos y por amor a mí.

Así ha sido también mi relación con la comida. No siempre ha sido la más sana. He resignificado el amor a la comida. Sigo aprendiendo a darle su justo valor, a disfrutarla, a agradecer por ella y a seguir descubriendo cómo es vivir amando la comida y amándome mucho más a mí.

Y aquí lo que mencioné en el título del podcast, acerca de “la verdad que nadie te ha dicho”: el amor a la comida y el logro de tu mejor versión sí pueden existir al mismo tiempo.

Y ya para concluir, esta reflexión: te propongo estar muy alerta ante esta manera de pensar: “Amo demasiado la comida, ese es mi problema”. Cada vez que brote de ti, quizá como costumbre ante ciertas situaciones o ante ciertos platillos, quizá como lealtad a tu familia porque todos en tu familia piensan lo mismo, observa ese pensamiento, respira profundo, déjalo y repítete un nuevo pensamiento.

Hazlo desde el fondo de tu corazón.
Puede ser algo como:

💭 “Mi amor por la comida me motiva a disfrutarla sanamente.”

💭 “Amo la comida, amo mi vida y desde el amor y la libertad sigo creando mi mejor versión.”

Escribe, recita este, o el nuevo pensamiento que tú decidas diseñar, para asegurarte de que amar la comida no te hace menos, ni te incapacita para seguir creando la versión de ti que tanto deseas lograr. Te sorprenderás de cómo es que tus acciones y tus resultados se irán transformando. Recuérdalo: los resultados que generamos en nuestra vida son reflejo de nuestros pensamientos.

Como todo lo que comparto en Puedes Hacerlo, es una invitación a que pruebes y compruebes cómo, cambiando tu manera de pensar, puede cambiar espectacularmente tu manera de vivir.

Si quieres aplicar estos conceptos de forma transformacional y hacerlos vida, yo feliz puedo acompañarte a lograrlo. Estoy por empezar mi nuevo programa. Asegúrate de apuntarte en primera fila para que puedas entrar y no perderte este recorrido que te permitirá resultados más allá del peso. Ve a www.monicasosa.com/primerafila y por ahí te estaré informando de los detalles y fechas de inicio del nuevo espacio.

Te espero.

Si este episodio te resonó, compártelo con otra mujer tan especial como tú que lo necesite, y así, juntas, iremos Más Allá del Peso🦋

Te abrazo a la distancia.
Recibe mis deseos de salud y bienestar para ti y tu familia.
Y como siempre, mi deseo de que tengas un día, una semana y una vida espectacular.

Con cariño, 
Tu coach Mónica🧡

Close

 

Dame por favor tus datos para poder compartir contigo cada semana estas herramientas que sé que funcionan. 

* Si no recibes inmediatamente un correo de confirmación, busca por favor en el fólder de spam